A pesar de la importante baja de Hamza en la delantera, el Fénix consiguió el objetivo de colarse de nuevo en la final de Copa de Aragón. Comenzó muy bien todo el equipo en todas las facetas de juego. La posesión era total y la conquista, el lanzamiento y el posterior movimiento general de juego era casi perfecto. Tarazona casi no tuvo balones y los que tuvo los pateó sin criterio o para desembozar el caudal de juego que se le venía encima. Aún así, los del seminario mostraron una buena defensa que, a pesar del resultado en la primera media hora, era dificil de batir. El marcador era de 0-20 en el minuto 30 de la primera parte.
Tarazona mostró durante todo el partido una cara muy combativa y nunca perdió la del partido. Los rojillos jugaron con una vehemencia muy complicada de encontrar en estos tiempos, cuando la mayoría de los equipos tratan de localizar espacios, pelear el breakdown y trabajar en otro tipo de habilidades más apetecibles para el jugador . No obstante, les dió buen resultado, puesto que la axfisiante presión les proporcionó dos ensayos tras dos errores nuestros atrás y con una fé inusitada se volvieron a meter en el partido antes del descanso.
Con 12-20 comenzaba el segundo tiempo. El Fénix seguía manteniendo la posesión, pero ya no creaba tanto peligro. Visitó la 22 contraria con ganas de ensayar, pero fue de forma esporádica y con prisas que lo engañaron. Se perdió la posesión por el ansia de liquidar un partido que se acabó convirtiendo en un infierno. Tarazona se acercó hasta el 17 -20 con otro error del Fénix y contestado con otro ensayo al más puro contrataque. A partir de ahí el Fénix siguió con la posesión, con más dominio, pero sin ninguna certeza de enderezar el rumbo perdido hace ya muchos minutos. En la desesperada búsqueda del espacio que no dejaba Tarazona, Alberto, socio indisoluble de Gato, volvió a encontrar un resquicio, lo aprovechó y sacó un ensayo de castigo antes de plantar el balón. Tarazona siguió empeñado en amargar la fiesta, como es el papel de un duro rival, y los minutos parecían horas. Cuando los tres pitidos sonaron, todo el Fénix presente, jugadores, técnicos, delegados, aficionados y el no presente pero en contacto vía internet, expiró de alivio. El 27 jugaremos la final contra Ejea que venció 17-0 a Universitario con un ensayo y cuatro golpes de castigo en el tramo final del partido. Las circunstancias de los equipos cambian, pero la liga de este año, de momento, se presenta mucho más igualada que el anterior.
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